lunes, 16 de abril de 2012

Un mundo injusto


Hay sonrisas que esconden tristezas,
Carcajadas que son ríos de inseguridad,
Ajetreos que le dan la mano a la soledad.

La nueva vida es como la de hace 10 años,
Tu proyección de futuro el día de la marmota,
La capacidad de decisión se llama sumisión.

Te admiran en abundancia pero te ves pequeño,
Las trabas superan tus soluciones,
Das el 100% y recibes el menosprecio.

Hablas de lo cercano con pintas de villano,
El rencor esconde incomprensión,
No verbalizas el tormento.

De puertas para afuera eres irrepetible,
En tu cobijo un lastre,
El peor combate, la casa.

En la lejanía todo fluye,
En la alcoba el reloj se detiene,
Cualquier excusa, una vía de escape.

Tu sacrificio, el mérito de otros,
Obtienes triunfos pero no subes al pódium,
La madurez es juzgada por insensatos.

Te acostumbras a la tiranía mereciendo la libertad,
Echas a volar con las alas cortadas,
Buscas la verdad en un saco de mentiras.

Los ojos lloran hacia adentro,
La boca titubea con disimulo,
Tus gestos son un pasatiempo.

Hablas de forma alocada,
Te evades en conversaciones banales,
LA ESCRITURA PRONUNCIA TU VERDAD.

A ciencia cierta, no recuerdo bien la fecha de creación de este pequeño poema. Todos, y cada uno de nosotros, hemos pasado en algún momento una situación desagradable de la cual se ha salido adelante. Aquellas personas que ya la han leído me da su aprobación, de ahí su publicación.

Mariano Porras Cabrera.

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